Grupo Brique Buten
Agremiación Médica Platense
Viernes 18 de Mayo. 19 horas.
Participantes:
Renée Elichiry
Mónica Giordano
Laura Balagué
Ariel Calderón
Gerardo Cappielo
Calle 6 Nº 1118 entre 55 y 56
El árbol, como elemento simbólico, mítico, metafórico, constituye una constante en la pintura de Mónica Giordano. Un árbol propio, subjetivo, íntimo, que hunde sus raíces no sólo en su inconsciente sino también en el inconsciente colectivo. Arquetipo de la vida, el árbol de Mónica Giordano asume formas y tonalidades a través de los cuales irrumpen los ciclos de la Naturaleza y el proceso de devastación a que se ve sometida, tanto por la ley superior que la rige como por la mano del hombre. Y es ese proceso, dramático en sí mismo, lo que "relata" el color a través de una gradación que varía de lo leve a lo intenso, de lo opaco a lo luminoso, de la monocromía a una coloratura -para decirlo en términos musicales- de índole épica. Es verdad que cierto sesgo naif, o más bien un rasgo de inocencia infantil- atenúa esa despiadada lucha de todo lo que es por ser, por sobrevivir, por sobreponerse a lo ineluctable, pero es gracias a esa cualidad intrínseca que esta pintura logra exaltar el triunfo de la vida. Como el símil homérico, también la artista nos dice que los vientos esparcen las hojas por el suelo, pero el árbol reverdece y la primavera vuelve a cubrirlo de hojas. Y, sin estridencias, sin ninguna retórica plástica, ese mundo -porque Mónica Giordano ha creado un mundo- se define en un ascenso casi místico del Ser hacia una luz suprema.
Horacio Castillo
Del catálogo de la muestra “Hacia
Museo Beato “Fra Angélico” de la ciudad de